Ecosistema editorial
Políticas públicas
Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas
El libro es un objeto multidimensional, que convoca a diversos agentes en cada una de las etapas de su cadena de valor, por lo que el sector se reconoce como un ecosistema, un ente orgánico en el que se desarrollan múltiples interacciones que permiten su sostenibilidad.
Nuestra hoja de ruta para el sector editorial se expresa actualmente en la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, actualizada en el año 2023 y coordinada desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la Secretaría Ejecutiva del Libro y la Lectura.
Esta política pública identifica el sector de la lectura y el libro como un ecosistema que comparte con sus actores un diagnóstico común sobre las necesidades que enfrenta y una visión conjunta sobre cómo avanzar para abordarlas. Esta perspectiva es producto del proceso participativo de su diseño y el trabajo colaborativo permanente en su implementación y seguimiento, coordinado de manera interministerial con la activa participación de la sociedad civil organizada. De esta manera involucra a nivel público no solo al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Mincap), sino también al Ministerio de Educación (Mineduc); Ministerio de Desarrollo Social y Familia (MDSF); Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrel); Ministerio de Economía, Fomento y Turismo; Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género; Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación; Ministerio de Hacienda; Ministerio Secretaría General de Gobierno y Ministerio Secretaría General de la Presidencia.
El objetivo general que se planteó en la nueva hoja de ruta es “crear las condiciones para asegurar que todas las personas puedan acceder y participar del ecosistema de la lectura, el libro y las bibliotecas en sus territorios, desde un enfoque de derechos humanos”. Reconoce, además, cinco ámbitos de acción: Lectura, Creación, Industria e Internacionalización, Patrimonio Bibliográfico y Marco jurídico e institucional.
Sistemas de compras públicas
Parte importante de los ingresos percibidos por ventas de la industria editorial, corresponde a las compras públicas que realizan diferentes reparticiones estatales y que constituyen entre un 60% y un 80% de las ventas que las editoriales realizan anualmente.
En ese sentido, y en línea con lo presentado por la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, es que se han sistematizado varios procesos de compras públicas anuales dependientes de diferentes ministerios, y que buscan no solo contribuir al desarrollo de la industria editorial local, sino por sobre todo nutrir de bibliodiversidad y mantener actualizados los catálogos de las diferentes bibliotecas públicas y escolares de este país.
Uno de los programas más emblemáticos respecto de la compra es el que ejecuta anualmente el Ministerio de Educación para el Centro de Recursos de Aprendizaje (CRA). Dicho programa está orientado a abastecer las bibliotecas escolares de más del 85% de los colegios públicos del país. El proceso de compra incluye consultas al mercado para que las diferentes editoriales presenten la oferta disponible, siguiendo los criterios de selección que el Ministerio de Educación propone. Luego, con un catálogo seleccionado por parte de un comité evaluador, son los bibliotecarios de todo el país quienes escogen los libros y generan órdenes de compra, las que se centralizan en el Ministerio de Educación quien realiza una gran compra a las editoriales, librerías o distribuidoras respectivas.
Otro programa importante es el de Adquisición de Autores Chilenos para Bibliotecas Públicas dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, cuyo objetivo es actualizar anualmente la oferta de libros de autores nacionales y poner a disposición de los lectores las nuevas voces de la literatura de nuestro país. Dentro de la selección se consideran libros de Artes y Patrimonio, Ciencias Básicas, Ciencias Sociales, Generalidades, Ficción, Infantil-Juvenil, No Ficción y Narrativa Gráfica. La compra consiste en la adquisición de 300 ejemplares los que son centralizados por Mincap y luego distribuidos a lo largo de todo Chile.
Parte importante de los ingresos percibidos por ventas de la industria editorial, corresponde a las compras públicas que realizan diferentes reparticiones estatales y que constituyen entre un 60% y un 80% de las ventas que las editoriales realizan anualmente.
Programas de fondos públicos
Los programas concursables de fomento del Fondo del Libro y la Lectura del Mincap están organizados en diversas líneas y modalidades, las que apuntan a la profesionalización, a través de las Becas Chile Crea; el fomento a la creación, el apoyo a la industria, la investigación, difusión y el fomento de la lectura, escritura y comunicación oral. Los proyectos postulados anualmente en el período 2018 -2023 fluctuaron en torno a un promedio de 4.100 proyectos, sumando un total de 18 mil postulaciones en ese período.
En 2011 se crea el Programa de Internacionalización del Libro y Autores chilenos con el objetivo de articular el componente de internacionalización para el fomento de la industria nacional y sus autores, a través de acciones para apoyar su presencia en instancias internacionales —como ferias y mercados—, y también a la industria nacional y todos los actores que conforman el ecosistema del libro nacional.
La iniciativa nace a raíz de la Política Nacional del Libro y la Lectura (2005-2010) que reconoce la necesidad de “Crear las condiciones para el desarrollo de una fuerte industria editorial, que permita incrementar y mejorar la producción editorial nacional para satisfacer los requerimientos culturales y educativos del país en condiciones adecuadas de calidad, precio y variedad, y asegure la presencia del libro chileno en los mercados internacionales”.
En una encuesta realizada a 44 editoriales vigentes como beneficiarias de ProChile (2021), un 70% de las empresas analizadas exporta, la mayoría con ventas internacionales menores al 10% de la facturación total. La vía más utilizada en la internacionalización del sector editorial es la exportación de libros físicos, a los que se ha sumado el libro en formato digital en el último tiempo. Además, se llega a nuevos mercados a través de la coedición o la venta de derechos.
El instrumento comercial más utilizado son las ferias internacionales, tanto los circuitos tradicionales como los desarrollados por y para las editoriales independientes, donde existen mayores oportunidades para creadores incipientes y pequeñas empresas ProChile (2022).
Por su parte y con el fin fomentar la industria de traducción en Chile, y potenciar el mercado editorial, la Línea de Apoyo a la Traducción, perteneciente al Fondo del Libro y la Lectura, ha financiado entre 2015 y 2020 un total de 220 proyectos, lo que implicó un presupuesto total de $553.351.385 de pesos chilenos.
En los últimos años, se viene desarrollando un estudio de prefactibilidad entre diversos actores, entre ellos Corfo y ambas subsecretarías del Ministerio de Cultura, para la unión de las bases de datos del Depósito Legal, el ISBN y el Departamento de Derechos Intelectuales, además de un estudio de mercado sobre potenciales usuarios de un catálogo que consolide la oferta editorial activa existente en Chile y que permita poner dicha información a disposición de usuarios nacionales e internacionales.

Programas de apoyo a la traducción para editoriales extranjeras
El Programa de Apoyo a la Traducción para Editoriales Extranjeras, perteneciente al Ministerio de Relaciones Exteriores, promueve la traducción y tiene como objetivo expandir el alcance, además de la presencia internacional de nuestro país. El programa se estructuró como concurso permanente a partir del año 2017 desde la División de las Culturas, las Artes, el Patrimonio y Diplomacia Pública, y se rige con criterios de selección específicos. Postulan únicamente las editoriales extranjeras, y a partir de 2023, con el fin de facilitar el proceso, las editoriales postulan a través de una plataforma digital.
Si bien hasta el año 2023 el subsidio estaba destinado solo a financiar los servicios de traducción, a partir de la convocatoria 2024, se ha incorporado el financiamiento a los servicios de impresión, con el objetivo de impulsar la presentación de proyectos de literatura infantil y juvenil, y cómic. Con el mismo propósito, en la convocatoria 2024 es posible presentar proyectos en los cuales un autor chileno y otro extranjero compartan el derecho de autor, situación que es muy usual en los libros ilustrados.
Las obras pueden ser de ficción o no ficción, dentro de los distintos géneros literarios como novela, cuento, poesía, ensayo, literatura infantil y juvenil, narrativa gráfica, escrituras de la memoria (epistolarios, crónica, autobiografías, biografías) de autores clásicos y contemporáneos, historia, filosofía, dramaturgia, cuyas temáticas sean representativas de la identidad nacional. Se pueden editar, además, en formato físico, digital y audiolibros.